Repasa la historia de la isla en el Museo Sugbo. En realidad es una antigua prisión que se reconvirtió en un museo. Adéntrate entre sus muros para observar objetos que datan desde las épocas prehispánicas hasta el día de hoy. Haz otra parada en el encantador Museo Casa Gorordo o en la Casa Ancestral Yap Sandiego para ver mobiliario antiguo.
Otro lugar interesante para visitar es la basílica del Santo Niño y la catedral metropolitana de Cebú. Admira estos edificios religiosos de la época española. Si te apetece ver más reliquias coloniales, visita el Fuerte San Pedro y la Casa Jesuita. Sube paseando hasta el conocido mirador de Tops para disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad y baja de nuevo hasta el mar para refrescarte con un chapuzón. Toda la provincia se encuentra rodeada de playas. Las más populares son las de isla de Mactan, con aguas cristalinas y arena fina, blanca y limpia.
Si prefieres evitar los complejos turísticos llamativos y los restaurantes más costosos, dirígete a las pequeñas ciudades y las zonas costeras del sur. Aquí encontrarás precios más económicos y a lugareños más afables. No te marches sin visitar los centros religiosos más importantes, como el santuario Simala y, en el interior de la isla, tampoco te pierdas las impresionantes cascadas de Kawasan y Tumalog. Si te apetece alejarte todavía más de la multitud, haz un viaje a una de las islas prácticamente desiertas de la provincia.
Cebú es un destino fantástico que dejará satisfechos por igual a los amantes de la historia y a quienes priorizan su tiempo de ocio. Puedes admirar edificios antiguos y visitar museos, o simplemente recostarte en una playa y contemplar sus aguas cristalinas. En Cebú encontrarás una curiosa combinación de estilos arquitectónicos y museos fascinantes. También puede presumir de una industria turística muy bien desarrollada, con una oferta excelente para los clientes más exclusivos y también para aquellos que prefieren experiencias más auténticas. Así que busca con tiempo una oferta de viaje a Filipinas y no te marches sin pasar por aquí.