La gran catedral de San Bavón, que diseñó el arquitecto Joseph Cuypers y se construyó entre los años 1890 y 1930, presenta una combinación poco frecuente de estilos. Las numerosas torres de tejados cónicos otorgan a la construcción el aspecto de un castillo de cuento de hadas y atraen las miradas hacia la cúpula de cobre verde. Fíjate en los ornamentos arquitectónicos, como las gárgolas neogóticas o los arcos de estilo romano.
Las torres de esta iglesia católica romana las construyeron los feligreses gracias al dinero recogido en una hucha, con forma de catedral y dos ranuras: una para hombres y otra para mujeres. Como resultado, Cuypers construyó una torre para cada sexo. La de las mujeres presenta un reloj art déco.
Visita la sacristía, que en la actualidad alberga una colección de objetos que sobrevivieron a los años de rechazo del catolicismo de la reforma protestante. Hay trajes del siglo XVI, cálices y misales. La propia catedral alberga distintas obras de arte, esculturas y tapices de artistas célebres.
La iglesia también es conocida por su coro, que da conciertos por los Países Bajos y por el extranjero. De hecho, la diócesis lleva una escuela de coros en Harlem con un plan de estudios muy centrado en el aprendizaje musical, una tradición que se mantiene desde la Edad Media. La catedral no tiene uno, sino cuatro órganos. Si la visitas en fin de semana, seguramente escucharás alguno de ellos. Consulta el sitio web de la catedral para obtener las fechas y los horarios de los conciertos.
Si te entra hambre después de la visita, acércate a la panadería de la esquina. Lleva abierta desde 1924. Prueba el pastel de manzana tradicional y el pan de jengibre.
La catedral de San Bavón se encuentra a poca distancia del centro de la ciudad en Leidsevaart, con vistas a uno de los canales. No confundas esta iglesia católica con la iglesia protestante de San Bavón, en la plaza principal de Harlem, Grote Markt. Si aprovechas una oferta para viajar a los Países Bajos en invierno, la iglesia católica estará cerrada. No obstante, también merece la pena contemplarla iluminada de noche.