La cala del Faro es más pequeña que otras playas de la Costa de la Luz, por lo que es perfecta para los que en sus viajes a Conil de la Frontera buscan tranquilidad y distanciarse al menos por unas horas de las playas más grandes y bulliciosas de la zona. El carácter tranquilo de la cala se ve realzado por la presencia del hermoso faro de cabo Roche, que se encuentra a poca distancia.
Solo tienes que bajar las escaleras que conducen desde el llamativo acantilado hasta la playa para sentir sus suaves arenas doradas y sus limpias aguas azules. ¿Por dónde quieres empezar? ¿Por un rato disfrutando del sol del sur o por un chapuzón en las cálidas pero refrescantes aguas que bañan la cala?
No dejes pasar la oportunidad de acercarte al faro de Roche, que se encuentra a solo cincominutos a pie. Por su belleza, este es un punto destacado de la zona, excelente para hacer fotografías, ver la puesta de sol o simplemente dedicar un tiempo para reflexionar en soledad.
Al noreste del faro se encuentra la zona de senderismo que recorre la ruta de Roche, un hermoso lugar para pasear. Tenlo presente cuando vayas a la cala del Faro y, para no perdértelo, te recomendamos que lleves calzado cómodo para caminar.
Un pícnic es siempre un acierto para disfrutar de un día de playa, y en este caso lo será doblemente, dado que no encontrarás muchos servicios cerca cuando estés en la cala del Faro, aunque, sin duda, ese es parte de su encanto. De todos modos, si lo prefieres, hay algunos restaurantes a pocos minutos a pie.
Si buscas alojamiento, una opción puede ser el bonito pueblo histórico de Conil de la Frontera, a solo unos 15minutos en coche de la cala del Faro. Otra posibilidad más austera es el camping Cala del Aceite, que está a poco más de 20minutos a pie, y también ofrece acceso rápido y fácil a la cala del Aceite, que le da nombre. Esta playa es mucho más grande que la cala del Faro, y es un cambio de escenario interesante.