Toma un vaporetto (autobús acuático) para ir desde Venecia hacia el nordeste, hasta la isla de Burano. Lo primero que se avista al cruzar la laguna es el campanario inclinado de la iglesia de San Martín. Pese a su belleza, la razón por la que muchos acuden a Burano es para ver la confección de encajes, un antiguo oficio que ha dado bastante renombre a esta pequeña isla. Todavía hoy es posible ver cómo se hacen encajes a mano, tal y como se llevan haciendo desde el siglo XV.
A tu llegada a la isla, donde residen unas 3500 personas, te recibirán los intensos colores de las casitas cuadradas que se alinean a lo largo de los canales y sus maceteros y ventanas con postigos. Se cuenta que, originalmente, se pitaban las casas de colores vivos para que los pescadores pudieran verlas a su regreso del mar con la captura del día. Hoy, es el Ayuntamiento el que decide de qué color puede pintar su casa cada habitante. La impresionante paleta de colores que se refleja en el agua de los canales crea la estampa perfecta para hacer una fotografía.
Como Venecia, Burano está formada en realidad por una serie de pequeñas islas conectadas mediante puentes peatonales. Es posible explorar a pie fácilmente las cuatro islas en un par de horas. Dirígete a la calle principal, la Via Baldassare Galuppi, para comprar los artículos de encaje que tanta fama han dado a la isla. En su extremo sur se encuentra el Museo del Encaje, enclavado en un pequeño edificio que contiene colecciones de la escuela de encajeros de Burano del siglo XIX. Podrás ver vídeos explicativos sobre el arte del encaje. Al final de la calle se alza el emblemático campanario inclinado de Burano, que data del siglo XV.
Cuando pares a tomar algo, prueba las galletas tradicionales de Burano: las “esse” y las “bussolà”.
Burano se encuentra en la laguna de Venecia, a unos ochokilómetros al norte de la ciudad de Venecia, y está conectada con la isla de Mazzorbo por un largo puente. El trayecto en vaporetto desde Venecia es de gran belleza. Dura 40 minutos y los vaporettos salen cada media hora desde los Fondamente Nove.