La avenida Corrientes es una de las calles más populares de la ciudad. Se trata de un gran bulevar con cines, teatros, restaurantes, tiendas, centros comerciales y librerías. Por el día podrás disfrutar de sus tiendas y pasear por esta gran avenida comercial y cultural, y por la noche podrás salir a divertirte.
El tango nació en las calles de Buenos Aires y la Avenida Corrientes fue una pieza fundamental en la evolución de este baile: varias letras de tangos mencionan la calle Corrientes y sus edificios. La gran leyenda del tango Carlos Gardel vivió en esta avenida. En las placas conmemorativas de las esquinas de la calle podrás leer los nombres nombres de las figuras clave de la historia de este género musical.
No puedes irte sin una foto del Obelisco, que, con sus 67,5 metros de altura, es un símbolo emblemático de Buenos Aires. El monumento se construyó en 1936 para conmemorar el 400º aniversario de la fundación de la ciudad. Observa también las estatuas de los comediantes argentinos Alberto Olmedo y Javier Portales riendo sobre un banco.
Al caminar por la avenida podrás admirar la combinación de estilos arquitectónicos, que incluyen modernos edificios, fachadas neogóticas y edificios de estilo art decó. Si te cansas, puedes pararte a degustar un delicioso chocolate con churros en una cafetería.
La avenida Corrientes también es el núcleo central de la zona de teatros de la ciudad. Disfruta de un concierto en el Teatro Ópera o en el Teatro Gran Rex, de estilo art decó y situado al otro lado de la calle. En ambos teatros podrás disfrutar de una variedad de espectáculos internacionales. El centro cultural General San Martín, por su parte, te ofrece obras teatrales, exposiciones artísticas y otras actividades culturales. También destacan el Teatro Metropolitan y el Teatro Nacional.
Para conocer la gastronomía de la avenida, prueba un estofado de carne argentina en un restaurante tradicional, o una pizza, en una de las numerosas pizzerías. Y de postre, nada como un exquisito helado. La avenida Corrientes es conocida como “la calle que nunca duerme”, porque gran parte de sus tiendas y restaurantes abren hasta altas horas de la madrugada.
Después de cenar puedes acercarte a una de las librerías abiertas hasta muy tarde para descubrir las nuevas publicaciones y obras de los autores locales. Continúa tu jornada de compras en alguno de los centros comerciales o entra a divertirte a un club de tango.