Esta fue mi primera estancia en este hotel-balneario y la duodécima en los de la cadena CT (Castilla Termal), y no será la última. A mis hijas de casi 10 y 2,5 años, a mi pareja y a mí nos encantaron tanto el hotel como sus piscinas termales (interior y exterior), su cocina, y su personal, tan amable como el de los demás hoteles CT. Como este lo habían inaugurado hacía pocos meses, la piscina termal exterior tenía aún "retoques pendientes", pero la interior nos pareció posiblemente la mejor de las de los cuatro hoteles CT que conocemos, por ser la más grande y mejor equipada. Por otra parte, también nos gustó mucho la comida que sirven: el desayuno es variado y de calidad, y la cafetería es una muy buena opción para una cena informal sin renunciar a probar platos originales (y darlos a probar a las niñas).
