Vacaciones en Altares

Es una quinta apartada de la ciudad, por lo que necesitas coche. Es muy tranquilo, como estar en el campo. Y realmento eso es: una coleccion de espacios de alojamiento replicando tiempos pasados. Desayuno estupendo, quizas escaso en fruta. Se puede cenar, pero en este como en otros restaurante, las raciones son excesivas, especialmente para cenar. Hay piscina... pero no la usamos... invadida por dos familias con 4 niños gritones que hicieron suyo el espacio... A destacar: hay que saber muy bien a lo que se va. No es un hotel ... si no una experiencia... y tal vez la info de la web no es suficientemente explicita...

Muy destacable: 1. Decoración moderna y con mucho gusto, súper cuidada. Además, práctica y comida. 2. Cama súper cómoda (en unas habitaciones más grande que en otras, mejor la más grande). 3. Ropa de cama y toallas de calidad. 4. Amplitud de las habitaciones y separación de espacios entre cocina y dormitorio. 5 dotación de utensilios de cocina. Capacidad de mejora en: posibilidades de las terrazas, solo un par de habitaciones tienen vistas que inviten a disfrutar las terrazas, las de la última planta. Pero ahí tienes dl problema del ruido constante de las máquinas del aire acondicionado, instaladas en la azotea. Tienen que mejorar el aislamiento.