Comienza tu viaje a 560 metros sobre el nivel del mar, no lejos del corazón del casco antiguo de Innsbruck, con sus edificios históricos y el mundialmente conocido “Goldenes Dachl” (Tejado Dorado). Proyectado y diseñado por la arquitecta estrella Zaha Hadid, el funicular de Hungerburg es un logro arquitectónico único. Sube a bordo de tu teleférico panorámico y comienza tu ascenso. Al subir, admira cómo el elegante diseño moderno de las estaciones contrasta con el agreste paisaje montañoso. Continúa por Seegrube y Hafelekar y observa cómo cambia el panorama: ahora te llamará la atención el edificio de la estación, minuciosamente renovado, que fue diseñado por el arquitecto tirolés Franz Baumann.
Saborea la paz y la belleza de la naturaleza mientras tu ascenso continúa y el bullicio de la ciudad da paso a la tranquilidad de la montaña. Sólo queda una vista espectacular de Innsbruck. De día parece tan lejana que parece una ciudad de juguete, de noche brilla como un mar de luces.
Tras llegar a la estación superior, a 2.256 metros sobre el nivel del mar, podrás disfrutar de la impresionante vista de la ciudad de Innsbruck por un lado y de la inolvidable vista de la naturaleza virgen y prístina por el otro. Una visita a la Nordkette, situada entre la cordillera y la ciudad, promete ser una experiencia inolvidable. Aquí podrás disfrutar de una combinación única de relajación, maravillas de la naturaleza y arquitectura moderna.