By Expedia Team, on March 31, 2020

5 razones por las que visitar Benidorm en invierno

“Partamos de una premisa básica: por suerte para sus residentes, el invierno de Benidorm no se ciñe al sentido más estricto de la palabra. Con una temperatura mínima que rara vez baja de los diez grados en los meses más fríos, la ciudad goza de un clima eternamente templado que ya quisieran para sí los burgaleses, por ejemplo. Aunque al pensar en Benidorm nos suelen venir a la mente horas al sol, chiringuitos y placenteros recorridos nocturnos por el paseo marítimo, la ciudad de playa más famosa de España tiene mucho que ofrecer en el otro extremo del calendario. ¿No tienes muy claro qué se puede hacer en Benidorm en invierno? Te damos un montón de razones para visitar la ciudad en esta estación.

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Créditos: Tourism Media

### 1. El parque natural de la Sierra Helada

Si estás planeando un viaje a Benidorm en invierno, nuestra recomendación es que cambies los chapuzones por rutas de senderismo y el susurro de las olas por el de los árboles. Pero si el cambio es para descubrir el espléndido parque natural de la Sierra Helada, que además te regalará unas magníficas vistas de la bahía, te aseguramos que no vas a echar de menos la toalla y la sombrilla.

¿Qué opciones tienes para salir a respirar aire puro? En el parque encontrarás dos rutas diferentes. La amarilla tiene una longitud de 6,5 kilómetros (solo la ida) e incluye unos cuantos desniveles, así que plantéatela únicamente si te mantienes en buena forma o si te gustan los retos. ¿Prefieres la bicicleta a los bastones de senderismo o simplemente quieres un itinerario más sencillo? Entonces toma el camino rojo, conocido como ruta del faro del Albir, que con un total de 5 kilómetros ida y vuelta es adecuado para senderistas, ciclistas y personas con movilidad reducida, ya que el recorrido está asfaltado.

### 2. Los miradores de la ciudad

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Créditos: Tourism Media

Si ya has visitado este enclave de la Costa Blanca en épocas más cálidas, lo más probable es que siempre lo hayas visto al nivel del mar, pero hoy vamos a proponerte que contemples la ciudad con una perspectiva diferente: desde sus distintos miradores. El gran clásico es indudablemente el del castillo de Benidorm, conocido como “Balcón del Mediterráneo”. Con una ubicación inmejorable en plena Punta Canfali, el saliente que divide las dos playas principales de la ciudad, es el lugar ideal para ir a contemplar el atardecer. Cuando te sacies de mar, te animamos a que busques el mirador de la Cruz, situado en Sierra Helada. ¿Las vistas? A la izquierda el mar, de frente la ciudad y a la derecha el monte. ¿Todavía te queda memoria en la cámara? Cruza hasta el otro extremo de la bahía, sube hasta la ermita de la Virgen del Mar y captura la ciudad desde otro ángulo distinto.

### 3. Las interminables playas

Aunque el baño se lo vamos a dejar a los más intrépidos, no concebimos la idea de viajar a Benidorm sin sentir en la piel el roce de la arena. ¿Qué nos dices de un agradable paseo junto a la orilla? Con los más de tres kilómetros de extensión de la playa de Poniente y los soberbios amaneceres que hechizan a los madrugadores, te garantizamos que no te costará demasiado ponerte el despertador a primera hora en plenas vacaciones. ¿Esos tres kilómetros se te quedan cortos? ¡No pasa nada! Cuando llegues a Punta Canfali, cruza unas cuantas calles y continúa el paseo durante otros dos kilómetros más por la playa de Levante. ¿Te animas a quemar unas cuantas calorías con una buena carrera matutina?

### 4. Una amplia oferta de ocio

Si algo debes tener claro es que, viajes en la época que viajes, en Benidorm no tendrás un solo minuto para aburrirte. ¿Quieres aprovechar para conocer el alma más festiva de la ciudad? Pásate por una de sus muchas discotecas al caer la noche o intenta cuadrar tu viaje con las fechas en las que tiene lugar la celebración irlandesa de San Patricio. Y si lo tuyo es la gastronomía, entonces aprovecha la ausencia de aglomeraciones durante el invierno para darte unos cuantos caprichos sin tener que reservar mesa. ¿Tu idea de ocio tiene más que ver con el turismo activo que con el sector de la hostelería? Lánzate sobre Benidorm en parapente, practica escalada o haz una ruta en 4×4.

### 5. Los encantos de los alrededores

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Créditos: Tourism Media

Cuando ya te sepas Benidorm al dedillo y te muevas como pez en el agua por la ciudad, será el momento de conocer algunos de los encantos que rodean la localidad alicantina. Si te somos sinceros, harían falta mucho más que unas vacaciones para no dejarse nada en el tintero, pero vamos a proponerte algunos de los planes más imprescindibles. El primero será un pueblo que es un verdadero estallido de color: Villajoyosa. Los alegres edificios alargados que bordean la costa son motivo suficiente para hacer una visita a este municipio vecino, pero aprovecha el viaje para deambular por el casco histórico, contemplar su muralla renacentista y, si te va el dulce, pasar por el Museo del Chocolate. También Altea, con su centro histórico teñido de blanco, es una opción excelente para hacer una excursión desde Benidorm. ¿Una última recomendación? El pueblo de Guadalest, uno de los más bonitos de España.

¿Tienes ya claro que Benidorm se disfruta tanto en verano como en invierno? Si te decides a preparar tu viaje y quieres visitar otras ciudades de la zona, ¿por qué no te acercas a conocer todo lo que ofrece la famosa Gandía o te propones descubrir la Comunidad Valenciana de una forma sostenible?”