Durante tus viajes a Gamla stan comprobarás que el casco antiguo de Estocolmo es una verdadera joya tanto para los turistas como para sus habitantes. A menudo puede verse a los estudiantes de la ciudad realizando excursiones en las que aprenden más sobre su fascinante pasado. El casco antiguo, llamado "Gamla stan", es como un museo al aire libre que aparece a menudo en las letras de los famosos trovadores Carl Michael Bellman y Evert Taube. Esta parte de Estocolmo fue fundada por el rey Birger Jarl para defenderse de las incursiones marítimas al lago Malaren y a sus vías fluviales antes de la unificación de Suecia. El casco antiguo es el auténtico corazón de la capital. Durante tus paseos por los callejones y las estrechas calles adoquinadas disfrutarás como un niño del ambiente que se respira.
Hospedarse en el casco antiguo es una excelente idea, pues no hay mejor forma de disfrutar plenamente de la capital que alojarse en este pintoresco barrio del centro de Estocolmo. Explora la estructura medieval de las dos arterias principales, las calles peatonales Vasterlanggatan y Osterlanggatan. Esta red de callejones y calles estrechas prácticamente no ha cambiado nada desde la fundación de la ciudad y resulta difícil concebir que alguna vez se haya sopesado derribar este precioso barrio para modernizarlo.
No puedes dejar de visitar el Palacio Real, la impresionante catedral o Storkyrkan, la estatua de Sankt Goran och draken, o "San Jorge atravesando al dragón" en español, y la iglesia alemana. Muchos restaurantes han mantenido las tradicionales bóvedas arqueadas y sirven además una excelente comida, así que no hay necesidad de aventurarse lejos del lugar en busca de un almuerzo o una cena realmente deliciosos. Si te apetece un tentempié a media tarde también hay numerosas panaderías y cafeterías. Pasea por los muelles y observa los hermosos barcos antiguos, en especial el imponente Malardrottningen. No dejes pasar la oportunidad de visitar el Museo Nobel, situado en el antiguo mercado de valores, justo en la Stortorget, la plaza mayor de la ciudad. En este lugar se produjo el terrible baño de sangre de Estocolmo en 1520, ordenado por Cristián II de Dinamarca. Alrededor de 80 importantes ciudadanos que se habían opuesto al gobierno danés fueron brutalmente asesinados, y se dice que las calles del casco antiguo se tiñeron de rojo debido a la sangre derramada.
El casco antiguo es también un estupendo lugar para ir de compras. Los ciudadanos y los turistas acuden aquí para comprar obras de arte, antigüedades, piezas de artesanía, ropa y calzado. Osterlanggatan es una larga fila de tiendas y comercios que llamarían la atención de cualquier persona, y Vasterlanggatan es el sitio ideal para comprar algún recuerdo del viaje.
El casco antiguo dispone de estación de metro propia, llamada "Gamla stan". El barrio está casi totalmente peatonalizado, así que no puedes llegar a la zona en autobús, pero encontrarás un montón de conexiones a solo cinco minutos caminando.
¡Asegúrate de disfrutar de la mágica atmósfera de este precioso centro urbano medieval!