Asiste a un partido de fútbol, visita el único puerto comercial interior de España o pasa un día en las carreras de caballos en este barrio del sur de Sevilla.
Bellavista-La Palmera no tiene la espectacularidad del corazón de Sevilla, pero merece la pena buscar tiempo extra para salirse del circuito tradicional de los viajes a Sevilla y descubrir cómo es la vida cotidiana en un barrio moderno y menos turístico que la capital andaluza.
Podría decirse que el fútbol es el deporte nacional, y una buena opción para sentir el pulso del barrio es acudir a un partido y unirse a la afición local. En este barrio se encuentra el Estadio Benito Villamarín, hogar del Real Betis, que dispone de 60000 asientos. No lo dudes y compra una entrada para ver un partido y sentir la electrizante atmósfera y la emoción que se despierta cuando el balón comienza a rodar.
En el puerto de Sevilla se palpa la fusión de historia e industria moderna. Este lugar ha desempeñado un papel comercial muy importante en todo el Mediterráneo y Europa durante cientos de años.
No te pierdas la curiosa grúa de Fairbairn, que parece una antigua obra de arte de vibrante color azul. No muy lejos se encuentra el monumento Milla Cero de la Tierra, dedicado a Juan Sebastián Elcano, el famoso navegante español del sigloXVI que fue el primero en circunnavegar la Tierra tras relevar en el cargo de capitán a Magallanes, quien murió durante esta peligrosa travesía.
Dirígete un poco más al sur hasta la frontera entre Bellavista-La Palmera y Dos hermanas. Aquí encontrarás el Gran Hipódromo de Andalucía Javier Piñar Haffner. Este centro de carreras de caballos es el más grande de su tipo en España y cuenta con dos pistas de galope, otra de trote y otra de obstáculos. Consulta los horarios de los eventos con antelación para no perderte el espectáculo de un día en las carreras.
Pasea por las estrechas calles del barrio para observar cómo transcurre la vida cotidiana de sus vecinos. En iglesias como las parroquias del Dulce Nombre de María y del Sagrado Corazón podrás ser testigo de cómo se vive la fe en esta parte de la península. Por último, toma asiento en una cafetería o recorre las pequeñas plazas para ver cómo la gente se ocupa de sus quehaceres diarios. No tardarás en apreciar que la belleza de Bellavista-La Palmera reside realmente en su sencillez y su tranquilo estilo de vida.