Aprovecha los viajes a Roma para visitar los elegantes jardines de Pincio, con más de 200 estatuas de italianos célebres talladas con un gusto exquisito por el detalle. Pasea por los jardines, recorre la colección de estatuas y, a continuación, sube hasta la terraza elevada del siglo XIX para contemplar la bulliciosa Piazza del Popolo justo debajo.
Esta plaza, una de las más grandes de la ciudad, está conectada con los bellos jardines de la colina de Pincio por unas escaleras. Los terrenos llevan el nombre de la familia Pinci, propietaria de la zona en el sigloIV. En el pasado se utilizó como cementerio, y, entre las célebres figuras que se han enterrado aquí se encuentra el emperador Nerón.
Deja atrás el bullicio de la plaza y pasea por el jardín, repleto de flores de colores y setos ornamentales. Este tranquilo espacio es un diseño del siglo XVIII del arquitecto Giuseppe Valadier, que también fue el responsable de los relojes de la basílica de San Pedro. Durante el recorrido, verás algunos de los 228 bustos que representan a aristócratas y a influyentes líderes italianos. No te pierdas el espigado obelisco, que se instaló aquí en 1822, y el reloj acuático, situado sobre una roca en mitad de un pequeño lago.
Después, sigue los senderos que suben hasta la terraza de Pincio. Esta plataforma se construyó en 1816 y también es un diseño de Valadier. Merece la pena tomarse aquí un respiro y disfrutar de las impresionantes vistas de la piazza debajo y del perfil de la ciudad. Las vistas son especialmente bonitas al atardecer, cuando el sol tiñe el cielo de tonos rojos y anaranjados y acentúa la silueta del monte Mario en la distancia.
Para terminar, puedes descansar de la visita en la cafetería cercana y saborear un café o un helado.
Pincio está separada de los jardines de Villa Borghese por la antigua muralla aureliana. Para acceder a la colina, toma el metro hasta Flaminio y cruza la plaza.