Muchos de los turistas que vienen a Milán eligen la zona que rodea la plaza de la República para alojarse. Esta plaza cuenta con agradables sombras proyectadas por los árboles, zonas con césped y una variedad de monumentos y fuentes. A escasos metros de la plaza, encontrarás muchos de los mejores restaurantes y hoteles de la ciudad. La plaza fue construida en el año 1865 para dar cabida a la estación central de Milán. Actualmente, la zona constituye un ajetreado enclave moderno en el centro de la ciudad.
Detente en la plaza de la República para observar algunas de las mejores muestras de la arquitectura moderna italiana. Aquí es donde se ubican muchos de los rascacielos de Milán. La torre Breda, en su día el edificio más alto de Milán, se cierne sobre la plaza. Esta torre pertenece al grupo de edificios diseñados por el célebre arquitecto Luigi Mattioni.
Siéntate en uno de los bancos del parque central de la plaza para observar el vaivén de la gente. Muchos de los residentes pasan por aquí de camino a las oficinas situadas alrededor de la plaza. Recorre el parque para disfrutar de sus numerosos monumentos. No dejes de visitar la estatua dedicada a Giuseppe Mazzini, un famoso activista del siglo XIX.
El distrito de la plaza de la República está repleto de pizzerías y trattorias, donde podrás degustar la cocina italiana casera. Prueba un risotto a la milanesa, una deliciosa receta de arroz tostado condimentado con azafrán. No te pierdas los quesos locales aderezados con un buen vino de las cosechas de la zona. Los modernos bistrós atienden a la multitud de oficinistas que toman su aperitivo después de las cinco de la tarde. Ante un caluroso día de verano, refréscate con una gran bola de helado y entra en uno de los animados bares de la zona para tomar una copa antes de regresar al hotel.
La plaza de la República está abierta todos los días, pero los momentos de mayor actividad se producen entre semana durante el horario laboral. Los fines de semana son generalmente tranquilos.
Puedes llegar a la plaza en metro o caminando desde la estación central de Milán. Pregunta en tu alojamiento si disponen de aparcamiento, ya que muchos de ellos ofrecen plazas a cambio de una pequeña tarifa.