El casco antiguo de Oviedo comprende una gran variedad de fascinantes iglesias, plazas históricas y museos. Entre los elementos más característicos de este fascinante distrito mayormente peatonal destaca un gigantesco parque con forma de rombo y sus numerosas callejuelas, que te revelarán las distintas tradiciones y costumbres locales.
También te recomendamos visitar la iglesia de San Isidoro, con una ornamentada fachada y una torre de gran altura a su lado. La estructura está situada junto a la amplia plaza de la Constitución, que marca el corazón de la ciudad y resulta perfecta para descansar con un café y ver pasar a la gente rodeado de estructuras históricas por todos lados. Desde allí podrás contemplar, por ejemplo, el ayuntamiento de Oviedo, un edificio del sigloXVII.
Otra actividad imprescindible es elegir un restaurante tradicional para disfrutar de la comida y las bebidas típicas asturianas, como el chorizo y la sidra de manzana. Para seguir descubriendo las tradiciones gastronómicas regionales, nada mejor que visitar el mercado de El Fontán, donde los parlanchines vendedores llenan sus puestos de marisco, quesos y todo tipo de delicias locales.
Si te apetece conocer la historia de la región, puedes hacerlo en el Museo Arqueológico de Asturias, situado en el monasterio benedictino de San Vicente, del sigloXVI. Otro edificio interesante es la iglesia de San Juan el Real, donde se casó uno de los personajes más destacados del sigloXX, el dictador Francisco Franco. Para terminar el día, disfruta de un ratito de relax en los verdes espacios del campo de San Francisco y un paseo por las tiendas de la calle Uria, justo al lado.
El casco viejo se encuentra en el centro de Oviedo, a poca distancia a pie en dirección sur de la estación de trenes. Puedes moverte por la periferia en autobús y recorrer las zonas peatonales a pie.
La fascinante mezcla de arquitectura del casco antiguo ovetense desvela retazos de la historia reciente del país y mucho más.