Entre todos los faros portugueses, el de Santa Marta destaca por incluir un museo especializado y una baliza que aún funciona. En su interior, podrás descubrir detalles sobre la navegación marítima portuguesa, la tecnología de los faros y la historia defensiva local.
De hecho, este lugar lo ocupaba una fortaleza en el siglo XVII, mucho antes de que se levantara el faro de Santa Marta, en el siglo XIX. Por su parte, el museo, con un diseño arquitectónico muy cuidado, abrió al público en julio de 2007. Sus dos espacios de exposición, ubicados en las antiguas dependencias de los fareros, describen a los visitantes el funcionamiento interno de la estructura y la labor de las personas que han trabajado en él.
Puedes empezar tu recorrido en el auditorio, donde se proyecta la película Faros de Portugal, un documental muy breve que narra las experiencias personales de los fareros.
A continuación, te espera la primera sala de exposiciones, que incluye grandes lentes Fresnel y otros equipos ópticos que se han utilizado a través de los años. En la colección de parafernalia marítima verás viejos mapas marinos y fotografías en blanco y negro.
La segunda muestra trata sobre el propio edificio de Santa Marta. En ella, conocerás el funcionamiento y la historia del fuerte original que ocupaba el lugar, y podrás seguir los pasos de los fareros que trabajaron en todo tipo de condiciones climáticas para garantizar la seguridad de los barcos que navegaban cerca de la costa. El museo cuenta, incluso, con el diario de uno de estos fareros, que mantuvo un registro preciso de cualquier hecho fuera de lo común.
El Faro Museo de Santa Marta cierra los lunes y los días festivos, y abre durante toda la jornada, excepto una hora en torno al mediodía los fines de semana. Aunque la entrada al faro es gratuita, hay una pequeña tarifa para acceder al museo.
De miércoles a viernes y cada cuarto sábado del mes es posible subir a la torre durante unas horas cada mañana y acercarse a la sala de la baliza roja, que, en la actualidad, se opera digitalmente. En la terraza podrás disfrutar de la brisa marina en un día cálido y contemplar las maravillosas vistas de la ciudad y la bahía.
Puedes llegar al faro de Santa Marta andando en dirección al puerto deportivo de Cascaes. No te perderás, ya que este llamativo punto de referencia se levanta sobre un promontorio rocoso y cuenta con anexos de color blanco que reflejan la luz del sol.