El mercado de la Ribera, uno de los mercados cubiertos más grandes de Europa, es un amplio espacio comercial situado en el corazón del casco antiguo de Bilbao. Sus orígenes se remontan al sigloXIV, aunque el edificio actual es producto de una construcción de estilo art déco realizada en 1929. Recorre sus tres plantas llenas de puestos, que ofrecen una amplia variedad de productos como carnes, quesos, marisco, fruta y setas.
Es uno de los principales puntos comerciales de la ciudad, y cada una de sus plantas se especializa en un tipo de alimento. La primera planta de este edificio frente al mar está dedicada al marisco. En ella, los puestos ponen a la venta decenas de variedades de pescado fresco y congelado. Si subes a la segunda planta, encontrarás los productos cárnicos. Echa un vistazo a los artículos que ofrecen los productores locales y hazte con carnes típicas como las salchichas de Viana o diversos tipos de jamón curado. Por último, en la tercera planta encontrarás una amplia selección de frutas y verduras frescas.
Mientras recorres los diversos puestos de este edificio lleno de luz, no dudes en detenerte para admirar la belleza de sus ventanas con vidrieras y sus detalles de estilo art déco.
A la hora de comer, date un capricho y pruebas las delicias locales en alguno de sus bares. Al igual que en otros bares y restaurantes de la ciudad, encontrarás pintxos de todos los tipos y sabores, que además son una forma muy económica de probar diversas especialidades de la región. Por lo general, los aperitivos fríos y calientes se sirven con un palillo atravesando el pan. Puedes disfrutar de este tentempié en una terraza con vistas al río Nervión.
Cuando viajes a Bilbao, encontrarás el mercado cerca de la iglesia de San Antón, del sigloXV. Puedes llegar en taxi, tranvía, autobús o metro. El estacionamiento en la calle está restringido, pero puedes aparcar en cualquiera de los aparcamientos de pago de la zona si viajas en coche. El mercado de la Ribera abre todos los días, excepto los domingos. Después de la visita, resulta buena idea acercarse a la iglesia gótica de San Antón, construida sobre las ruinas de un palacio.