Los habitantes de Ámsterdam llevan más de cien años acercándose al mercado de Albert Cuyp para comprar queso, carne, pescado, frutas y verduras. Hoy en día, los más de 300 puestos del mercado se extienden por varias manzanas de la Albert Cuypstraat. La calle recibe su nombre del paisajista holandés del siglo XVII Albert Cuyp, cuya obra puedes admirar en el Rijksmuseum. Visita este lugar simbólico, que siempre está muy animado, incluso cuando llueve.
Si se te ha olvidado la bufanda o quieres llevarte algún recuerdo en forma de molino o tulipán, aquí lo encontrarás a buen precio. Disfruta del paseo y para a probar los majares típicos de Ámsterdam. Para degustar el auténtico "stroopwafel", la galleta tradicional de la ciudad, no hay nada como comprarlos en un mercado, con el caramelo aún caliente y pegajoso. Los amantes del pescado podrán probar el "kibbeling", trocitos de pescado rebozado con hierbas y frito. No te pierdas los puestos de caramelos. Podrás ver bombones de todas las formas: algunos incluso te recordarán al barrio rojo.
Déjate tentar por el aroma de las avellanas tostadas o de dulces cremosos como los "poffertjes", pero acuérdate de reservar espacio para cuando te acerques a las cafeterías de las calles laterales de Albert Cuypstraat. En estas calles es posible encontrar pequeños rincones donde se sirve el mejor café de la cuidad. También hay tiendas de moda, desde boutiques con precios asequibles hasta interesantes tiendas de antigüedades y objetos retro.
La zona que rodea el mercado de Albert Cuyp es ideal para quedar con los amigos por las tardes. Uno de los restaurantes turcos más auténticos y baratos de Ámsterdam se encuentra en la misma Albert Cuypstraat. Para tomar una cerveza artesanal o un cóctel, tienes una amplia gama de bares y pubs.
El mercado de Albert Cuyp abre de lunes a sábado, desde media mañana hasta el atardecer en verano, con horario reducido cuando hace mal tiempo o hay poca afluencia en invierno. Se encuentra entre el Heineken Experience y Sarphatipark.