En el Casco Viejo de La Paz, con su rico patrimonio colonial y sus costumbres antiguos, realizarás un auténtico viaje atrás en el tiempo. Los bolivianos indígenas aún visten con ropa tejida a mano y sombrero bombín, pero los nuevos residentes de la ciudad están más que abiertos a nuevas comodidades y modas procedentes de todo el mundo. Los visitantes suelen sorprenderse por la gran oferta de restaurantes, bares y museos de arte.
El nombre oficial de La Paz es Nuestra Señora de la Paz. Las manifestaciones y protestas habituales ayudan a recordar a los visitantes que la sede del gobierno de Bolivia se encuentra en La Paz, aunque su capital constitucional es Sucre.
Desde el aterrizaje en el Aeropuerto Internacional El Alto a más de 4000 metros de altura sobre el nivel del mar, La Paz te dejará sin respiración, literalmente. Acostúmbrate antes de pasear hasta las numerosas atracciones turísticas de las empinadas calles de la ciudad, o si lo prefieres utiliza un taxi o un minibús compartido.
Empieza la visita por el centro histórico de la ciudad, plaza Murillo, donde podrás admirar el Palacio Presidencial, la catedral Murillo y el Museo Nacional de Arte.
En la adoquinada calle Jaén hay varios museos que muestran la riqueza cultural de Bolivia: en el Museo de Metales Preciosos podrás observar objetos de oro y plata, y en el Museo de Instrumentos Musicales descubrirás los auténticos sonidos de Latinoamérica. En las inmediaciones se encuentra el Museo de la Coca, que muestra todos los usos tradicionales de la planta de coca. En el Mercado de las Brujas, las indígenas aimaras venden remedios tradicionales a base de hierbas y curiosas ofrendas.
Disfruta de las actuaciones callejeras o compra algún objeto artesanal en la plaza San Francisco y sube a la torre del reloj de la iglesia de San Francisco, que da a la calle Sagárnaga, núcleo turístico por excelencia. Para disfrutar de una buena panorámica, coge un taxi hasta el mirador de Laikakota y podrás ver cómo los barrios más humildes que ocupan las laderas de la montaña ensombrecen la zona más pudiente, situada en la parte baja.
La Paz es la puerta de entrada a la montaña nevada Illimani, a los picos del Valle de la Luna, la casi impenetrable selva de la cuenca hidrográfica del Amazonas, el cegador salar de Uyuni y las míticas islas del lago Titicaca.