La Fortaleza de Luisburgo, situada en la isla de Cabo Bretón, lleva al visitante por un auténtico viaje en el tiempo hasta el siglo XVIII y la era anterior a la Confederación. El fuerte original perteneció a los franceses y sufrió dos asedios por parte de los ingleses. El lugar que vemos hoy es una reconstrucción parcial de la fortaleza y su ciudadela, y muestra la vida de una base militar francesa y puerto marítimo en 1744. Examina el interior de los edificios del siglo XVIII, escucha las historias de los colonos franceses y los invasores ingleses y prueba la gastronomía tradicional.
La entrada a la fortaleza es majestuosa, y, al atravesarla, accederás a una ciudadela fortificada con numerosos edificios de la época. Puedes elegir entre seguir una visita guiada o recorrer el recinto por tu cuenta. Elijas lo que elijas, no te pierdas la batería de seis cañones con vistas al puerto. Después, pasea por los jardines inmaculados de la Propiedad del Ingeniero y contempla las señoriales Dependencias del Gobernador. A la hora en punto escucharás sonar las campanas de la torre de las Barracas del Bastión del Rey.
Durante el recorrido, verás a actores vestidos de época que recrean el día a día de las familias, los soldados y los comerciantes adinerados. También se organizan demostraciones de música y bailes tradicionales, cocina y desfiles militares. O puedes descubrir cómo se elaboraba el pan en el siglo XVIII y la historia del chocolate, un producto muy deseado en aquella época. La fortaleza también ofrece la oportunidad de comer platos tradicionales cocinados según las recetas de hace siglos.
Y no te pierdas la exposición de las Hermanas de Luisburgo, en la Propiedad de la Perelle. Estas hermanas pertenecían a una orden religiosa que gestionaban la escuela de la ciudad. Deja tiempo para visitar la Propiedad Lartigue, una estructura con vigas de madera que funcionó en su tiempo como hogar y como juzgado.
La Fortaleza de Luisburgo se encuentra a diez minutos en coche del centro de Luisburgo. El transporte público es limitado aquí, así que te recomendamos llegar en coche alquilado. Puedes aparcarlo en la zona de aparcamiento gratuito situada a la entrada. Si el día es agradable, también puedes venir caminando por la carretera que discurre junto al puerto de Luisburgo.
La fortaleza abre todos los días, excepto determinados festivos. El precio de la entrada y la disponibilidad de las actividades varían en función de la temporada. Se hacen descuentos a personas mayores, niños y familias.