La peor experiencia del viaje.
Publicado el 19 nov. 2017 en Hotels
Segundo piso sin ascensor. Veterana cama de muelles incómoda. Habitación gélida, con una sola manta pequeña para una cama doble. Había que elegir entre dormir vestido o soportar un viejo, ineficaz y ruidosísimo aire acondicionado. El desayuno (anunciado como buffet) en un bar contiguo en el que sólo había sólido croissant. ¡Ni siquiera pan de ningún tipo para un intolerante a la lactosa! Era barato, pero en esa semana hemos estado por el mismo precio, o muy similar, en varios hoteles fantásticos en esa región. Destacar positivamente, la limpieza, la situación y la facilidad para aparcar.