Realiza un viaje por el pasado musical de Viena, visitando las tumbas de algunos de los grandes compositores que crearon y tocaron sus obras en esta ciudad. Beethoven, Brahms, Schubert, Strauss y muchos más están enterrados en el Cementerio Central de Viena, bajo lápidas ornamentadas. La arquitectura "art nouveau" que caracteriza el cementerio, la iglesia y otros edificios lo hacen un lugar atractivo para dar un paseo por la tarde.
El Cementerio Central (Zentralfriedhof) se construyó en 1874 y ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los cementerios más prestigiosos de Europa. En un terreno de 200 hectáreas descansan los restos de millones de personas, con una sección especial para las personas que contribuyeron a la fama de la Ciudad de la Música.
Al entrar por la puerta principal (la segunda puerta) encontrarás dos estructuras "art nouveau", diseñadas por el arquitecto Max Hegele. Lo primero que llamará tu atención será la elegante estatua de una diosa tocando el arpa. Después verás la gran cúpula de la iglesia de San Borromeo, que, construida entre 1908 y 1910, constituye el principal centro de ceremonias del cementerio.
Puedes pedir un plano al guardia de la entrada. Notarás que el cementerio tiene un curioso diseño circular. Las tumbas están agrupadas por religión, con secciones dedicadas a católicos, protestantes, musulmanes, judíos y cristianos ortodoxos.
Muchas personas se dirigen directamente a la sección dedicada a los grandes músicos, que alberga la imponente lápida de Beethoven y los bonitos relieves de la tumba de Schubert. También podrás rendir tributo a Mozart en un monumento dedicado al gran compositor, aunque su cuerpo descansa en el cementerio de San Marx de Viena. Otras tumbas notables son las de los primeros ministros austriacos desde 1945, así como de varios arquitectos famosos de la ciudad, como Adolf Loos y Josef Hoffmann.
El nombre del Cementerio Central puede crear confusión, ya que en realidad se encuentra a 20 minutos al sudeste del centro de la ciudad. Es posible llegar en coche o en tranvía desde el centro de la ciudad. Abre todos los días y la entrada es gratuita.