Este complejo medieval fortificado es hoy el hogar del Gobierno checo y encierra en su interior la colosal Catedral de San Vito. Además, aquí podrás presenciar la ceremonia del cambio de guardia.
El Castillo de Praga (Pražský Hrad) es el monumento más famoso e icónico de la ciudad. Se trata de uno de los mayores castillos del mundo, reconocido como Patrimonio de la Humanidad. Sus muros encierran más de 1100 años de historia y una vasta riqueza arquitectónica. Fue hogar de los reyes de Bohemia, de Emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico y de los presidentes de Checoslovaquia. Actualmente sigue en activo, como residencia oficial del Gobierno checo.
Para empezar la visita, antes de pasar a los patios, apréndete las nociones básicas de la historia del castillo en la exposición dedicada especialmente a ella. Desde que se fundó en el siglo IX, el castillo ha vivido constantes transformaciones. Como resultado, verás ejemplos de prácticamente todos los estilos arquitectónicos vigentes durante los últimos 1100 años, incluidos numerosos elementos góticos, renacentistas y modernistas.
Se trata de una fortaleza inmensa: tiene 570 metros (1870 pies) de longitud y 130 metros (426 pies) de anchura y ocupa siete hectáreas (17 acres). El complejo del castillo consta de gran número de edificaciones y zonas verdes e incluye cuatro iglesias, cuatro palacios y extensas zonas ajardinadas.
Aquí reposan algunas de las figuras religiosas más notables de Praga, en las tumbas de la Catedral de San Vito, de estilo neogótico. No dejes de visitar el lugar donde se custodian las joyas de la corona checa, la Capilla de San Wenceslao.
A mediodía se efectúa la ceremonia diaria del cambio de guardia en el primero de los patios. Durante las horas de luz, además, los guardas se relevan en las puertas del castillo a cada hora. La Torre de la Pólvora que se encuentra dentro del complejo del castillo alberga una exposición sobre los guardias del castillo.
Puedes unirte a las visitas guiadas de pago, que salen del centro de información. No te pierdas las armas y escudos medievales, asómbrate ante la decoración de los techos ornamentados en las iglesias y disfruta escuchando un sinfín de historias y anécdotas apasionantes. También tienes la opción de alquilar una audioguía.
El Castillo de Praga descansa sobre la Colina del Castillo, dentro del distrito que lleva también su nombre, encuadrado en la ribera oeste del Moldava. Si sales desde el centro de la ciudad, te será muy fácil ir hasta allí en metro o tranvía. La entrada al castillo es gratuita y permanece abierto desde el amanecer hasta la medianoche, pero muchos de los puntos de interés más atractivos tienen horarios distintos y se cobra entrada por acceder a ellos. Puedes consultar los detalles en la página web oficial del Castillo de Praga.