Campana del Zar - Cañón del Zar

Campana del Zar - Cañón del Zar ofreciendo elementos patrimoniales
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Déjate impresionar por la destreza artística que exhiben estos dos titánicos objetos que dominan la Plaza Ivanovskaya en el Kremlin de Moscú.

La Campana del Zar y el Cañón del Zar son dos ejemplos gigantescos de la magistral capacidad artística de Rusia. Su tamaño y belleza impactan a los visitantes. Acércate para verlos de primera mano en tu viaje a Moscú y aprecia su escala épica.

El Cañón del Zar se construyó en 1586 y es obra de Andrei Chokhov, un reputado especialista en cañones. Como su nombre indica, se construyó por orden del zar de aquella época, Fiódor Ivánovich, y, con un calibre de 890 milímetros, está considerado como uno de los mayores cañones en el mundo. Sin embargo, nunca se ha utilizado y desde 1960 descansa tranquilamente en la Plaza Ivanovskaya.

Examina los detallados frisos y la exuberante ornamentación que embellecen el cañón. Intenta encontrar al zar Fiódor, que está representado montando un caballo. Junto al cañón también verás balas falsas y un carro de estética decadente.

Después de fotografiar el inmenso cañón, dirígete a la campana, que se encuentra cerca del campanario de Iván el Grande. Esta colosal campana se fabricó en 1735 para la emperatriz Anna Ivanovna. Acércate para apreciar plenamente su enorme tamaño. Mide seis metros de altura y siete de diámetro. Al igual que el Cañón del Zar, se dice que es de las más grandes de su tipo. También es famosa porque está rota pues, tras un incendio, se derramó agua fría sobre ella, lo que provocó la escisión de un fragmento. Desde 1836 se exhibe al público junto con el fragmento separado.

Examina los relieves decorativos de estilo barroco de la campana, donde encontrarás a la emperatriz Anna y al zar Alekséi Mijáilovich. En el exterior verás un texto que describe la historia de este bello objeto. Otras caras famosas que aparecen en la campana son las de Jesús y María, así como ángeles y varias figuras religiosas. A pesar de estar rota, o precisamente por ello, la campana atrae a visitantes deseosos de fotografiarse junto a este pedazo de la historia real rusa.

Si deseas ver el Cañón del Zar y la Campana del Zar, recuerda que hay que pagar una entrada para acceder al Kremlin y que este cierra los jueves. Para llegar al complejo, toma el metro hasta la estación Aleksandrovsky Sad.

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