Aunque se encuentra justo al norte de la capital cántabra, cabo Mayor parece un mundo aparte, con su costa escarpada y sus construcciones sencillas y encaladas, y debe ser una visita obligada durante los viajes a Santander. Intenta quedarte por la zona hasta el atardecer para pasar algo de tiempo entre obras de arte mientras la luz del sol brilla sobre las rocas de la costa cántabra. Cabo Mayor es un destino muy popular entre los santanderinos desde hace mucho tiempo y ha estado presente en numerosos acontecimientos de la región a lo largo de la historia. Actualmente, alberga una serie de monumentos que pretenden mostrar al visitante el alma de Santander.
Para conocer el entorno, comienza con un paseo hasta el faro que guía a los barcos que se aproximan al litoral desde el sigloXIX. Admira la arquitectura y el conjunto de edificios contiguos que antiguamente sirvieron de residencia para el farero y su familia.
Visita el centro de arte Faro Cabo Mayor, que posee una colección de más de 200piezas, incluidas obras de Eduardo Sanz dedicadas a los faros de la costa española. Cuando salgas, si es un día caluroso, acércate al borde del acantilado y siente en la cara el viento procedente del océano.
Encontrarás senderos que te conducirán hacia los monumentos que salpican la zona. A través de obras, como la dedicada a los falangistas que fueron asesinados aquí por los republicanos durante la Guerra Civil, repasarás la historia reciente de España y su impacto en la región.
Dirígete ahora hacia el oeste, hasta el lugar donde se encontraba el Puente del Diablo, un puente natural ya derrumbado, y el Panteón del inglés, una obra de finales del sigloXIX que construyó un vecino de la zona en honor a un amigo inglés. Vuelve al faro para tomar una copa mientras disfrutas de la puesta del sol, cuando el océano parece convertirse en oro.
Puedes llegar a cabo Mayor en un trayecto de 15minutos en coche hacia el norte desde el centro de Santander. Aunque hay plazas de aparcamiento cerca del faro, pero puede ser difícil encontrar sitio en los meses de verano. Si prefieres olvidarte del aparcamiento, puedes ir caminando. El trayecto desde Santander es de una hora aproximadamente y el recorrido es muy agradable. También puedes coger un autobús que te dejará a mitad de camino. Las galerías del faro abren de martes a domingo, mañana y tarde. La cafetería abre durante el horario comercial habitual.