Si eliges uno de nuestros viajes a Zaragoza, asegúrate de visitar la catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar, una impresionante estructura con raíces que se remontan a los albores del cristianismo en España. Su grandeza es tan extraordinaria como su ubicación, uno de los sitios de mayor relevancia espiritual del país. Comprobarás que la arquitectura del templo es sobrecogedora, pero el interior también te sorprenderá con numerosas colecciones de obras de arte.
Según cuenta la tradición, la Virgen María se presentó aquí ante Santiago para animar al apóstol a enseñar el Evangelio en España y construir una capilla. Desde entonces, se han ido levantando en el mismo lugar capillas, iglesias y catedrales cada vez más grandiosas. La belleza barroca que podemos contemplar hoy fue un encargo del rey CarlosII en 1681, y se terminó en 1754. La inmensa fachada presenta detalles muy elaborados en sus incontables torres. Una gran cúpula central se eleva por encima de otras diez más pequeñas, cada una de ellas con bonitos mosaicos de color azul, verde, blanco y amarillo.
El interior de la iglesia es enorme, con una amplia nave central abovedada y flanqueada por docecolumnas gigantescas y una serie de pequeñas capillas dedicadas a distintos santos. La gran ventana circular ilumina el magnífico retablo de alabastro y los frescos que adornan el interior de la cúpula. Si miras hacia arriba, podrás ver la impresionante obra La reina de los mártires, de Francisco Goya. La columna sagrada se encuentra oculta detrás de la Capilla Santa, y suele congregar a numerosos devotos que hacen cola para besar la parte expuesta de la reliquia. También es posible ver dos de las bombas que se lanzaron sobre la basílica durante la Guerra Civil, pero que no llegaron a detonar.
Si quieres subir hasta la cima de la torre norte, recuerda que existe un ascensor, aunque no cubre todo el trayecto, de modo que le resto se debe completar a pie por la escalera. Eso sí, la recompensa merece la pena: las vistas de la ciudad más allá de las agujas de la basílica son verdaderamente espectaculares.
La catedral-basílica de Nuestra Señora del Pilar se encuentra en el centro histórico de Zaragoza. Abre a los visitantes todos los días, excepto los domingos. La entrada es gratuita, pero hay que pagar una pequeña tarifa para acceder a la torre. Si quieres ver la iglesia desde una bella perspectiva, acude al puente peatonal que cruza el río Ebro.