Contempla el inmenso mar aguamarina de la bahía de Mellieħa desde una cómoda tumbona con sombrilla, y disfruta de la calidez de un lugar único. También conocida como bahía de Ghadira, la playa de la bahía de Mellieħa mide algo menos de 0,8 kilómetros, lo que la convierte en una de las playas de arena más largas de Malta.
Al asomarte a sus aguas cristalinas, comprenderás por qué este lugar es uno de los favoritos para familias que buscan pasar largos días de playa. La mayor parte de la costa de Malta es rocosa, por lo que poder disfrutar de una playa de arenas inmaculadas es un auténtico regalo. Este rincón cuenta, además, con el distintivo Bandera Azul, que garantiza la calidad y la seguridad de las aguas, y con la presencia de socorristas. Los niños podrán jugar con toda tranquilidad porque el agua es cálida, tranquila y poco profunda, ya que el lugar se encuentra bien protegido del viento. También verás a otros visitantes que acuden para navegar o para practicar esquí acuático o windsurf. Si te gusta el buceo de superficie, trae tu equipo porque verás peces de todos los colores.
La bahía consta de tres secciones divididas por agrupaciones rocosas. La zona más activa y más adecuada para los deportes acuáticos es la del centro. Las dos zonas a cada lado son más apropiadas para descansar. Te recomendamos alquilar una tumbona para pasar el día. Y, si te apetece redondear la experiencia maltesa mientras te bronceas, prueba el Kinnie, un refresco de naranja y yerbas aromáticas.
El casco viejo de Mellieħa se encuentra en la cima de una colina, a unos 20 minutos andando de la playa y aún más cerca en autobús. La popular iglesia parroquial se eleva por encima de la bahía. También verás un edificio fortificado de color rosado: es la Torre Roja, también llamada torre de Santa Ágata. Se construyó para los Caballeros de San Juan, que tuvieron torres por toda la costa de Malta en el siglo XVII.
Sube desde la bahía hasta la cima del cabo si quieres disfrutar de bellas vistas de la isla. Si no te apetece moverte mucho, visita los pequeños cafés y las tiendas de la playa. Para los que lleguen en coche, hay aparcamiento disponible en la carretera cercana.