Las calles empedradas de la bahía de Balluta parecen extenderse sobre las suaves aguas turquesa de este bonito destino de San Julián.
Recorre el paseo marítimo de la bahía de Balluta hasta el atardecer y déjate acariciar por la suave brisa. Si estás por aquí al ponerse el sol, podrás ver la bahía iluminarse con sus colores rosáceos. Este pueblecito se encuentra en una clara bahía esmeralda, dentro de la elegante localidad turística de San Julián.
El litoral de la bahía de Balluta no es de arena, excepto en algunos tramos que aparecen solo cuando la marea está baja. Desde la calle, tendrás que bajar unos escalones para darte un baño cálido, o tumbarte a tomar el sol al estilo maltés: en el asfalto o en las rocas cercanas. También puedes practicar buceo.
Hay un paseo que recorre toda la costa, entre Sliema y San Julián, además de atravesar la localidad de Balluta. Encontrarás monumentos como la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, de estilo neogótico. Es un ejemplo arquitectónico único en Malta, con una ubicación excepcional a la orilla del mar. Su impresionante fachada domina el paisaje. Los domingos podrás asistir a la procesión, además de escuchar las campanas.
Siguiendo la calle podrás ver los elegantes Balluta Buildings, una hilera de bonitos edificios de apartamentos de estilo modernista. Balluta Square tiene forma de triángulo y está enmarcada por agradables lugares para comer o beber a la sombra de los robles. De hecho, “Ballut” en maltés significa “roble”. Antonio Cassar Torreggiani, una auténtica personalidad en Malta, construyó una ostentosa villa aquí, que se ha convertido en The Villa, un restaurante en los jardines del hotel de lujo Le Méridian. La bahía de Balluta es uno de los mejores sitios para comer de la zona. Podrás probar especialidades de pescado de gran calidad en uno de los excelentes restaurantes de la zona. También puedes comer algo más sencillo en las cafeterías de estilo más antiguo, como el Balluta Kiosk.
Gracias a su forma, la bahía de Balluta está un poco aislada del bullicio del resto de San Julián. Aunque forma parte de un distrito turístico, muchos de sus establecimientos llevan abiertos varias décadas, por lo que han sabido conservar parte del encanto auténtico de Malta. Aunque la cercana zona de Paceville está más animada, la bahía de Balluta es el mejor sitio para sentarse a disfrutar el vaivén cotidiano bajo el sol maltés.